El presente libro plantea una metodología que permiten llevar a cabo el necesario proceso de transición educativa hacia planteamientos más activos de enseñanza-aprendizaje. A tenor de lo encontrado parece que la clave reside en utilizar enfoques basados en el desarrollo de la autonomía del alumnado. Las dinámicas basadas en la autorregulación del proceso de aprendizaje suponen una herramienta ciertamente interesante para alcanzar este objetivo ya que su aplicación en el marco de la intervención realizada con los alumnos del grupo experimental produjo mejoras relevantes en su capacidad para trabajar de manera autónoma. La investigación de la que deriva demostró que generaba una mejor gestión del tiempo escolar por parte de los alumnos, una menor necesidad de supervisión por parte del adulto, y un mejor aprovechamiento de la información procedente de los procesos de evaluación formativa, lo cual a su vez incrementó su capacidad para realizar autovaloraciones precisas y realistas